'Cómo contar una hazaña sucedida hace 41 años? 'Cómo revivir la emoción de aquella épica final? 'Cómo reflejar fielmente lo que aconteció aquel 16 de octubre de 1968 en el mítico Old Trafford? 'Qué significó aquella victoria ante el Manchester United, el campeón de Europa, que todavía no se había transformado en el club millonario donde tambien brillo Juan Sebastian Veron? Los periodistas, especialmente los enviados especiales, suelen dejar en sus crónicas, sensaciones, emociones, percepciones del hecho real que se transformará en historia. Vale la pena recuperar sus textos.
El ambiente. Osvaldo Ardizzone, enviado de la revista El Gráfico, relata los minutos previos al inicio del partido: ".Y enfrente, los gritos. Y arriba, las voces de los relatores, y la luz de las linternas para alumbrar las anotaciones. La voz de Muñoz se mezcla con la de Fioravanti. Y la de Cacho Fontana con la de todos. Porque no hay cabinas y no hay luces, y hace frío. Y llueve."El gol. Diego Lucero, periodista de Clarín, retrata el gol de Verón, a los siete minutos del primer tiempo, como si hablara con los muchachos en el café del barrio: "Cuando rajaba la Bruja por su ala, Dunne le aplicó un parate a pura plancha. La Bruja se cayó de la escoba. Fau y tiro indirecto. Allá va Madero con su zurda mágica. Está cerca del córner. El doctor le aplica la escarpa a la globa con la precisión y la gracia de siempre. La guinda viene por altura, saltó Ribaudo y no alcanzó, pero atrás estaba la Bruja con su testa que castiga el cuero, y lo clava de derecha a izquierda, lejos de Stepney y cerca de la gloria..."La victoria. "Triunfo del fútbol defensivo, pero también del esfuerzo, de la disciplina y la responsabilidad. Victoria de esa fe que no conoce fronteras cuando está respaldada con auténtica calidad", escribió inmediatamente Enrique González Schía, el enviado de La Nación.Animals. "Es el silbato final (.) El laboratorio se olvida de las probetas y las fórmulas. Estudiantes festeja frente a una corte que no quiere adherirse. Que sigue gritando su "animals", "animals", que se sigue escupiendo su desprecio. Sí, puedo asegurar que es mentira. ese señor bien vestido que estaba a mi lado, que me miró con gesto duro, no aplaudía a los triunfadores.. Es igual que en mi Mataderos, igual que en Avellaneda. No, aquí tampoco admiten que le ganen y menos ahí.", dijo Ardizzone.El paso del tiempo. "Estudiantes estuvo en su salsa en Old Trafford. Logró la consagración de su fútbol ultratáctico, mañoso, físico al mango, pícaro, ordenado, del que emergían, como virtuosos sapos de otro planeta, la finísima calidad de Verón y Madero. El equipo metió pero también entretuvo la pelota, se mandó la jugadita del offside marca Zubeldía, y también, la de pelota parada, otro recurso de su cuño", analizó Carlos Rodríguez Duval, enviado especial de La Prensa.A cuarenta años. En la era de las comunicaciones, la web permite encontrar las perlas del pasado. En YouTube hay imágenes bárbaras del partido. Y un montón de páginas que cuentan la hazaña de los hombres de Zubeldía, Sí, ellos, Poletti; Malbernat, Aguirre Suárez, Madero, Medina; Bilardo, Pachamé, Togneri; Ribaudo (Echecopar), Conigliaro, Verón y el arquero suplente Gabriel Flores ganaron más que dos finales (1-0 en Boca y 1-1 en Manchester) y una Copa. Ocupan un espacio inmenso en la gran historia del fútbol.
El testimonio de Oscar "Cacho" Malbernat, sólido defensor del Estudiantes de La Plata que se consagró campeón intercontinental en Inglaterra hace hoy 40 años, recordó que aquel equipo dio en el mítico estadio Old Trafford "la vuelta olímpica más silenciosa del mundo".
"Dimos la vuelta olímpica más silenciosa del mundo", le recordó hoy a Télam el capitán de aquel equipo, el rubio Malbernat."Eramos un grupo ambicioso. Y como aún seguimos manteniendo el reconocimiento de la gente del exterior, eso te da la pauta que lo que conseguimos fue histórico", remarcó "Cacho".Hace cerca de cuarenta años, un cantante popular, Carlos Argentino, conocido también como el "Rey de la Pachanga", editó un disco que enseguida se transformó en hit, resaltando la hazaña de un equipo argentino en la cuna misma del fútbol, Inglaterra.En la letra, Carlos Argentino, que se había especializado en cantar canciones pegadizas para los hinchas de la tribuna, hacía referencia a un "equipo de la modestia, el pueblo lo consagró", y aclaraba "Estudiantes de La Plata, tiene pasta de campeón".Y vaya si la tenía porque un día como hoy, de hace exactamente 40 años, en el mismísimo estadio de Old Trafford y ante una multitud rugiente de hinchas ingleses -se calcula que cerca de 50 mil- el modesto equipo platense empató 1-1 con el Manchester United y se quedó con la Copa Intercontinental de 1968, ya que en el partido de ida, disputado en La Bombonera "xeneize", había ganado por 1 a 0.En la retina de todo el mundo futbolístico quedó grabada a fuego aquel cabezazo de Juan Ramón Verón, luego de un centro milimétrico que levantó Raúl Madero en un tiro libre desde la izquierda, que terminó por consagrar al conjunto "pincharrata" que moldeó con paciencia de artesano ese gran estratega y visionario del fútbol que fue Osvaldo Zubeldía.Marcos Conigliaro le había dado el triunfo a Estudiantes en el partido de ida ante el conjunto de Bobby Charlton, George Best y Styles, y que conducía el reconocido Matt Bubys."Tengo tantos recuerdos de Osvaldo, tantos... Y en cada charla lo recuerdo. Cuanto su forma de trabajar, cómo fue el inicio de los córners, el tiro libre y todo lo que me enseñó", recordó Carlos Bilardo.Y sobre el partido final ante el Manchester recordó que "ese día la gente estaba tremenda. Nosotros teníamos algo que nos diferenciaba del resto. A nosotros nos insultaban más acá que afuera. Y si nos insultaban, seguro que al partido lo dábamos vuelta. Por eso nos fue como nos fue".Muchísimas veces tuvo la "Bruja" Verón que comentar su gol al Manchester, conseguido a los 7 minutos del primer tiempo (sobre el final del cotejo empató Morgan), pero no le quedan muchas alternativas: "Fue una jugada que la hacíamos siempre y marcamos muchos goles. Fue después de una pelota que vino desde la izquierda y que mandó Raúl Madero de tiro libre. Arrancaron los centrales y algunos delanteros, yo cortiné y ellos venían de atrás. Entré prácticamente limpio y pude marcar de cabeza"."Ese gol fue la culminación de la campaña que habíamos iniciado en el año 1965. Fueron tres años de jugar y trabajar, porque el equipo estaba muy bien armado", subrayó.Muchos jugadores de ese equipo campeón surgieron de la famosa "tercera que mata" que dirigía el inefable Miguel Ignomiriello, y al que se agregaron varios jugadores de experiencia, caso Madero, Togneri, Conigliaro, Ribaudo, Lavezzi, el propio Bilardo.El profesor Jorge Kistenmacher tuvo también mucho que ver en la conformación del grupo humano y de dotar a ese plantel de una base física que le permitió desplegar un juego que revolucionó la época en cuanto a dinamismo y estrategia pura."Los muchachos se fueron formando como yo quería y como pretendía Zubeldía. Con una disciplina, una organización y temple, un cuidado de la salud y del hombre que no había en el fútbol argentino", admitió el profesor Kistenmacher que aseguró, además, que nunca "uso el látigo", ya que todo "se conversaba con decencia en el trato y en la enseñanza".Por estas horas el club está abocado a recordar aquel hecho hazañoso y a agasajar a los campeones. Hoy en City Bell se descubrió una placa en el centro de alto rendimiento, que pasará a llamarse Osvaldo Zubeldía.Y en 57 y 1, donde estaba el viejo estadio "albirrojo", escenario de aquella campaña del equipo, se descubrió otra con el nombre del entrenador, ya que esa esquina llevará también el nombre de Zubeldía, por una gestión de la comuna platense.Los actos continuarán mañana, antes del partido ante Gimnasia de Jujuy, cuando se entregarán plaquetas y otros símbolos por parte del club a los campeones del mundo.
Fuente Internet
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